Consejos de cuidado al sol: cómo puede afectar a nuestros ojos
La energía procedente del sol que incide sobre la superficie de la tierra consta principalmente de radiación infrarroja (longitudes de onda mayores de 700 nm), visible (longitudes de onda entre 400 a 700 nm) y ultravioleta (UV) (longitudes de onda menores de 400 nm)(1).
Figura 1: El espectro electromagnético.
La radiación UV está presente en la luz solar y en otras fuentes luminosas artificiales (ejemplo: láser). Es invisible para el ojo humano y tiene un gran impacto en la vida de nuestro planeta. Los seres humanos necesitamos pequeñas cantidades de UV para asimilar la vitamina D, también necesitamos luz del sol para dormir bien ya que las células sensibles a la luz de nuestros ojos juegan un papel importante en los ciclos circadianos vigilia-sueño de nuestro cuerpo. También se ha demostrado que pasar más tiempo al aire libre, a la luz del día, previene la aparición de miopía en los niños. Sin embargo, una exposición excesiva o prolongada a la radiación UVA y UVB puede dañar las fibras de colágeno y por lo tanto acelerar el envejecimiento de la piel produciendo efectos perjudiciales desde quemaduras solares hasta cáncer de piel y en los ojos reacciones alérgicas, queratitis o cataratas.
Tipos de radiación UV
Existen tres tipos de radiación UV dependiendo de su longitud de onda y el papel que tiene en nuestra salud:
- UVC (200 nm a 280 nm): no llega a la tierra gracias a la capa de ozono de la atmósfera, por lo que no supone un peligro a nivel ocular
- UVB (280 nm a 315 nm): es la radiación responsable del daño en los ojos, en la piel y en el sistema inmunológico.
- UVA (315 nm a 400 nm): es menos perjudicial pero responsable de las reacciones de fotosensibilidad.
Alteraciones producidas por el sol
La mayor parte de la radiación UV es absorbida por la córnea y el cristalino, pero el 1% llega a la parte más interna del ojo que es la retina. La exposición prolongada a los rayos UV tiene efecto acumulativo a lo largo de nuestra vida pudiendo producir patologías en diversas estructuras oculares. Algunas de las alteraciones pueden ser agudas y reversibles como el enrojecimiento y la fotoqueratitis (o ceguera por exposición en la nieve por UVB y UVC, pero otras pueden ser crónicas por daño acumulativo como son el cáncer de la piel de los párpados, cáncer de las células de la conjuntiva, pingúecula (lesión de la conjuntiva), pterigium (engrosamiento y proliferación de la conjuntiva con afectación corneal), cataratas (alteración en la transparencia del cristalino), degeneración macular asociada a la edad y otras lesiones en la retina relacionadas con un mecanismo fotomecánico, fototérmico y fotoquímico. Según la Organización Mundial de la Salud, el 20% de las cataratas se relacionan con la radiación UV.
Figura 2. Diagrama de paso de las radiaciones a través de las estructuras oculares. Fuente: Ivanov I V. et al. Ultraviolet radiation oxidative stress affects eye health. J Biophotonics. 2018
La llegada del verano y del sol
Cuando llega el verano, la mayoría de nosotros nos acordamos de proteger nuestra piel usando cremas protectoras, pero no debemos olvidar proteger también nuestros ojos de la exposición a la radiación UV A y B. Para ello podemos usar sombreros de alta ancha, gorras o viseras y gafas de sol y lentes de contacto que bloqueen los rayos UV. Las gafas de sol son imprescindibles no solo en verano sino en cualquier estación o lugar donde la exposición al sol y a la luz reflejada vaya a ser intensa o prolongada (ej: nieve, mar etc…) o en el caso de personas que pasen muchas horas al aire libre o que trabajen con fuentes que emitan radiación UV. La mayor parte de la radiación UV se produce entre las diez de la mañana y las dos de la tarde. Las gafas de sol y lentes de contacto con filtros UV adecuados sirven para proteger los ojos de la energía de radiación producida por el sol, incluidos las UVA y los UVB.
Uso de gafas de sol: Recomendaciones sobre tipos
Es importante que, al comprar unas gafas de sol, revisemos que cumplan los estándares de calidad y de protección para asegurarnos de que los cristales no se rompan y nos protejan de la radiación UV (filtros de protección frente al UVB y UVA). En España, el estándar de protección para gafas de sol es la norma UNE-EN ISO 12312-1:2015. Esta norma establece los requisitos de seguridad y rendimiento para las gafas de sol, incluyendo los criterios de transmisión de luz, calidad óptica, resistencia al impacto y la protección contra los rayos UV. Además, también se requiere que las gafas de sol lleven una marca CE para indicar que cumplen con los requisitos de seguridad y protección establecidos por la Unión Europea. Las gafas de sol además se pueden clasificar por categorías de filtro en función de la cantidad de luz que dejan pasar y la protección que ofrecen contra los rayos UV.
Categorías de las gafas de sol
- Categoría 0: dejan pasar entre el 80% y el 100% de la luz visible y ofrecen poca o ninguna protección contra los rayos UV. Son adecuadas para uso en interiores o en días nublados.
- Categoría 1: dejan pasar entre el 43% y el 80% de la luz visible y ofrecen una protección limitada contra los rayos UV. Son adecuadas para uso en días nublados o con poca luz.
- Categoría 2: dejan pasar entre el 18% y el 43% de la luz visible y ofrecen una buena protección contra los rayos UV. Son adecuadas para uso en días soleados.
- Categoría 3: dejan pasar entre el 8% y el 18% de la luz visible y ofrecen una alta protección contra los rayos UV. Son adecuadas para uso en días muy soleados.
- Categoría 4: dejan pasar menos del 8% de la luz visible y ofrecen la mayor protección contra los rayos UV. Son adecuadas para uso en condiciones extremadamente soleadas, como en la montaña o en el mar, pero no deben ser usadas para conducir ya que pueden ser demasiado oscuras y afectar a la calidad de la visión.
Además de los filtros UV (en gafas de sol y lentes de contacto), también hay filtros UV con filtros polarizados que además reducen el deslumbramiento y mejoran el contraste, por lo que pueden ser útiles para deportes acuáticos o para conducir en carreteras mojadas.
Confiar en profesionales
Es recomendable adquirir las gafas de sol y las lentes de contacto en establecimientos sanitarios de óptica (ópticas) donde te informarán de las cuáles son las gafas de sol que reducen suficientemente la luz visible para disminuir la incomodidad asociada con el deslumbramiento, pero que además transmitan suficiente luz visible con longitudes de onda que permitan una buena discriminación de colores, como el rojo y el verde de los semáforos. A su vez te asesorarán sobre cuál es la montura que mejor se ajusta a cada persona, ya que, a la hora de elegir una gafa de sol, se debe prestar atención no solo a las lentes sino también a la montura, que sea suficientemente grande para que te protejan de las radiaciones superiores y laterales.
En conclusión, sabemos que los efectos de la radiación UV son acumulativos durante toda la vida, y los ojos de los jóvenes son particularmente vulnerables por lo que se debe dar importancia al inicio de una protección adecuada a la radiación UV ocular desde edades tempranas.
Autor: Alicia Ruiz Pomeda. Óptico Optometrista. PhD. Ciencias de la Visión. Profesor Facultad de Óptica y Optometría. UCM.
Más información sobre la Asociación de Pacientes de Uveítis (AUVEA): se formó en diciembre de 2015, cuando un grupo de pacientes y familiares de uveítis, junto con el apoyo del equipo médico de oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona coordinado por el Dr. Alfredo Adán, decidió crear una asociación para los pacientes y familiares de uveítis. Fue a principios de 2016 cuando la asociación se hizo realidad y empezó a cobrar vida. Desde entonces, nos hemos esforzado mucho para poder atender a todos los que se han puesto en contacto con nosotros y hemos cumplido con los objetivos de nuestros estatutos.
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